jueves, 10 de enero de 2013

No son la Cosa Nostra, son La Cosa Suya. Pornopolítica S.L.



"Los tiranos demostraban su largueza con el cuarto de trigo, el sexto de vino y el sextercio, y entonces era lastimoso oír gritar: ¡VIVA EL REY! Los torpes no se daban cuenta de que no hacían más que recobrar parte de lo que era suyo, y que lo que recobraban no se lo hubiera podido dar el tirano si antes no se lo hubiera quietado a ellos mismos". Etienne de La Boëtie, Discurso de la servidumbre voluntaria, 1576

Han convertido la política en un negocio, en una Sociedad Limitada de la que los políticos implicados y sus círculos de relaciones obtienen beneficios casi ilimitados. La han convertido en un medio de enriquecimiento privado y una forma de saqueo de lo público que nos empobrece a todos. Son una mafia que se reparte nuestro dinero y nuestros servicios y comparte favores, amparo y empresas. No son la Cosa Nostra, son La Cosa Suya. Lo nuestro es suyo y la política no es un fin sino su lucrativo medio de vida.
Nos roban pero no llevan pistolas, llevan papeletas de voto. Nos roban a golpe de decreto. Y lo hacen amparados por una masa que les vota ciegamente, por un sistema electoral que blinda la corrupción y por algunos tribunales que actúan como cómplices. Vamos, lo que viene siendo un sistema corrompido de los pies a la cabeza que no le importa esconder sus vergüenzas. Es obsceno. Es obsceno lo que ganan, cómo lo ganan y cómo salen impunes. Es Pornopolítica S.L.Nos muestran cómo nos follan sin esconder detalle.
Por todas partes. Miren a Rodrigo Rato. Aún está imputado en los tribunales por sus presuntas prácticas engañosas a clientes y su dudosa gestión y le hace un contrato millonario Telefónica, curiosamente la empresa que terminó de privatizar el Gobierno del PP en el que Rato era vicepresidente. Otra indecencia de la pornopolítica: premian con un puestazo a uno de los responsables de que mucha gente vaya al paro o la estén echando de su casa.
Pero así actúa el holding político empresarial. Hoy por ti, mañana por mí. Y a los demás, que les jodan que diría Andrea Fabra. Es el pago por los servicios prestados. Cuando más les necesitaba don Rodrigo, le echan un cable, nunca mejor dicho. Esto sí que es un rescate y no el rescate a la banca. El rescate a la banca que Rato ayudó a hundir nos está costando la vida, el rescate a Don Rodrigo le va a reportar 100 mil euros anuales. Telefónica le devuelve el favor de haber contribuido a privatizarla. Ahora Telefónica es una de las empresas que más sigue creciendo y en 2010 consiguió el mayor beneficio obtenido nunca por una compañía en España. En plena crisis.Mientras naufragamos, ellos van viento en popa.
Telefónica también es la empresa con más desigualdad del país. ¡Sus directivos cobran 103 veces más que el empleado medio! Tienen sueldos estilo Rato: 2,7 millones anuales. Y el año pasado hicieron un ERE a más de 6.500 trabajadores. Pues eso, la estafa de la crisis: unos políticos venden España, sus amiguetes hacen negocio con ella, el país se hunde, los amiguetes rescatan a los políticos (y viceversa) y los trabajadores pagan las consecuencias.
Esos beneficios podrían haber sido para todos nosotros. Es más, con las ganancias de las empresas de energía y telecomunicaciones privatizadas, hubiéramos evitado los recortes, al menos muchos de ellos. Solo con lo que ganaron en 2011 (más de 12 mil millones) nuestro temido déficit que nos lleva por la calle de la amargura bajaría al 3,3% por debajo del 3,6 exigido por Europa que ha provocado la sangríaNos sacan la sangre para hacerle una transfusión a los vampiros.
No hay que ser muy listo para saber por qué quieren privatizar ahora la Sanidad en Madrid y luego donde puedan. Un simple vistazo muestra cómo la mafia política y empresarial trapichea con nuestra salud. Hoy por ti, mañana por mí. Hoy te vendo infraestructuras pagadas durante décadas por los ciudadanos, mañana me das un puesto de consejero. O te lo doy yo a ti en la empresa pública para que el saqueo sea completo. Y te pongo un buen sueldo. Los directivos de empresas públicas, es decir, los cargos puestos a dedo, han ganado un 50% este año aunque el Gobierno dijo que les había rebajado sus honorarios un 30%. Ocultaron que semanas después Hacienda había autorizado con sigilo cuantiosos complementos.
Nos roban y nos engañan. Y cuando les pillamos, la mafia mueve sus hilos y llega incluso hasta los juzgados. La desesperante maquinaria judicial española ha tardado 14 años en llegar a la conclusión de que Uniò, el partido que dirige Durán i Lleida, se financió irregularmente con dinero público destinado ¡a los parados! Otra obscenidad de la Pornopolítica S.L. Violan a los más débiles. Y salen indemnes. Política y judicialmente. La fiscalía y la defensa han llegado a un acuerdo para que devuelvan el dinero y se libren del juicio y la cárcel. Durán también se libra de dimitir. Esto es eyacularte en el rostro y restregártelo por la cara.
Las consecuencias de este saqueo generalizado son devastadoras, no sólo para nuestros bolsillos sino para los ya desaparecidos Estado de Derecho y del Bienestar. Están dejando la política tan empobrecida que ya nadie da un duro por ella. Y la política es más necesaria que nunca para frenar la voracidad de los mercados y de los políticos codiciosos.
Cuando el rey habló de la “política grande” en su discursito navideño imagino que se refería al tamaño de los negocios y sueldos de los peces gordos de la mafia Pornopolítica S.L. O mejor dicho, XXL. Parafraseando al banco que dirigió a la deriva Rodrigo Rato, “Hazte Político”. O hazte amigo de político. Si no, vas de cráneo.

Malditos sean los gobiernos de España y de la Comunidad de Madrid.


Cuando especulativo solo significaba filosófico para la mayoría, cuando hoy vamos entendiendo dolorosamente que es lo más traumáticamente efectivo que existe...
http://enjuaguesdesofia.blogspot.com


Hermosas palabras, aunque hieran. Desvelar hermosamente los entresijos ocultos de la realidad que vivimos lleva a penetrar más hondo. Yo tampoco entiendo la separación entre literatura y política, y más bien echo en falta las palabras necesarias de los muchos que callan.
Pasar de la conciencia del acaecer propio a la consciencia del avatar común no es fácil. Muchas personas están tan apesadumbradas por su situación precaria que no tienen apenas posibilidad de abrir los ojos a otra cosa. Ahí está el lugar de las palabras de quienes todavía pueden hablar, para orientarlas, consolarlas, darles perspectiva y animarlas a la acción común que resuelva los problemas comunes. Hacen falta más palabras, muchas palabras, para ayudar a la gente a que se rebele contra la servidumbre.



La crisis está disparando a la multitud. No pasa un día sin que nos encontremos con un amigo que se ha quedado en paro o que ha tenido que cerrar su negocio. No pasa una conversación sin que afloren los problemas de un hijo, un enfermo o un jubilado. La gente vive de forma inmediata su problema o su incertidumbre individual, pero tarda en tomar conciencia de la degradación colectiva de la sociedad. Asistimos a un desgarrón histórico grave, un giro de rumbo en el que derechos decisivos están siendo desmantelados.
¿Es culpa del sistema? La verdad es que vivimos en un sistema que nos empuja a la degradación. El capitalismo especulativo genera mucho dinero, pero acumulado en pocas manos. No crea riqueza para la gente común. Al contrario, su imperio depende hoy del paulatino empobrecimiento de la sociedad. El sistema desprestigia y desmantela las pensiones públicas para alimentar el negocio de las pensiones privadas. El dinero de las pensiones privadas se desvía a los fondos de inversiones, y son estos fondos los que se apoderan, por ejemplo, de multinacionales como Capio Sanidad. Lejos de ver la salud como un bien personal y social, las multinacionales sólo atienden a su negocio y someten la esperanza de vida de las personas a sus cuentas de resultados.
Este sistema es una cabronada, desde luego, y parece difícil imaginar hoy de modo racional una salida digna a la crisis sin una transformación profunda del dichoso sistema. Pero a la hora de exigir responsabilidades conviene ser flexibles, o sea, conviene entrar en destalles. Las culpas del sistema, con su fatalidad abstracta, no empequeñecen las responsabilidades de los gobiernos concretos, de los especuladores de carne y hueso y de los ciudadanos sometidos a la condición de siervos. La servidumbre no se acepta.
El sistema no podría marcar una vertiginosa degradación de los ciudadanos y negocios como Capio Sanidad no podrían jugar con la vida de las personas si no hubiese gobiernos dispuestos a privatizar la sanidad pública. Yo no entiendo otro patriotismo que el de los derechos civiles. Uno de los emblemas del patriotismo español ha sido para mí, además de la poesía y la vida nocturna, la sanidad pública. Si no hubiese gobiernos y partidos dispuestos a poner nuestra sanidad en manos de Capio, es decir, a poner en venta la nación, el sistema no estaría agrediéndonos con esta impunidad que disfruta ahora. Malditos sean los gobiernos de España y de la Comunidad de Madrid. Moverse hacia una estructura más cara y peor no es sólo culpa de un sistema. Es decisión de un Gobierno. La servidumbre no se acepta.
La vida nos condena a la busca. Todos tenemos que trabajar o que buscar trabajo. Pero hay trabajos y trabajos. Que existan fondos de inversiones dispuestos a hacer negocio con la salud de un país o a especular con los alimentos y el hambre, es muy propio de este sistema. Pero sería imposible la agresión que sufrimos sin empresas como Capio Salud o sin especuladores de carne y hueso. Malditos sean, no por el sistema al que pertenecen, sino por su complicidad concreta. La servidumbre no se acepta.
Y es que la complicidad de las personas es fundamental para que los especuladores hagan negocio y el sistema imponga su imperio. Complicidad al especular y complicidad por no defenderse, por aceptar las cosas con pasividad, por no pasar a la acción, por no imaginar alternativas cívicas y políticas que pongan freno a la rapiña. Nosotros también somos el sistema y las responsabilidades, aunque en distinto grado, están compartidas.
Escribo este artículo en un tono tan descarnado por dos motivos. En primer lugar, porque quiero hacer un homenaje a los profesionales de la sanidad madrileña que han levantado una marea blanca en legítima defensa no ya de su trabajo, sino de un derecho clave para todos nosotros. La sociedad debería corresponder con una movilización generalizada en su apoyo. La servidumbre no se acepta.
El segundo motivo es de orden literario. Algunos amigos -académicos, líricos o simples cortesanos-, me han aconsejado en los últimos tiempos que me aleje de la política. ¡Estoy demasiado comprometido! ¡Estoy manchando mi obra, mis poemas de amor! No tengo tiempo ahora de explicar lo cerca que siempre han estado a lo largo de la historia las camas de hospital y los lechos de amor. Por eso me limito a recordarme a mí mismo que San Juan de la Cruz, Quevedo, Jovellanos, Espronceda, Unamuno, Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pablo Neruda o Miguel Hernández sufrieron torturas, cárceles, exilios o penas de muerte por su compromiso humano y político. Si yo no me siento inmortal, no es por mi cercanía a la política, sino por los versos que he escrito. Pero lo seguiré intentando. La servidumbre no se acepta.

domingo, 6 de enero de 2013

El modelo hídrico actual es ecológicamente inviable y humanitariamente insostenible.




La del agua es la historia de la humanidad, una preocupación constante en el origen del progreso de los pueblos. Las grandes civilizaciones nacieron y se desarrollaron cerca de o en torno al agua. Su carácter holístico, su complejidad, su naturaleza de poliedro platónico: el icosaedro, hace que tenga múltiples puntos de vista. No puede abordarse desde un solo ángulo. Ahora, abrumados por lo que se desmorona a nuestro alrededor, cuando buscamos nuevos paradigmas que nos lleven a recuperar la senda del progreso, perdemos de vista lo que emerge más allá de nuestro entorno cercano. Nos anega una inseguridad convertida en la nueva normalidad que destruye la confianza, perdiendo de vista que lo nuevo trata de abrirse paso. Desde la cuestionada abundancia de nuestro mundo desarrollado, tratamos de resolver el ahora sin pensar en un mañana que sin duda será distinto y olvidamos que hay otros espacios en donde las personas malviven. Ese mañana será imposible si no entendemos el agua, tal como ha ocurrido a lo largo de la historia, como el gran vector / bisectriz orientado hacia un futuro mejor en un plano definido por las coordenadas de bienestar y cooperación.
Naciones Unidas ha declarado 2013 Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que afectan mayoritariamente al acceso al agua y el saneamiento. En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos olvidó incluir el agua como derecho fundamental. Se subsanó apenas hace dos años; pero dista de ser realidad en una gran parte del planeta. Le seguridad opulenta de Occidente, de las llamadas sociedades desarrolladas, está en el origen del olvido. Habituados a su disfrute como un producto más de uso y consumo cotidiano, sabemos lo que cuesta pero ignoramos lo que vale. Sin embargo, el agua tiene un papel articulador en el desarrollo de cada comunidad por su impacto en la calidad de vida. Ahora, quizá más que nunca, ocupa un lugar central en la exploración de respuestas para un mundo en crisis y sujeto a profundos cambios porque implica dinamismo, fluidez, libertad…
Hay demasiado ruido semántico en torno al agua. El discurso dominante, al igual que en otros grandes asuntos promovidos por Naciones Unidas como el hambre o el cambio climático, es habitualmente plano, enfático, repetitivo, burocratizado…, con escaso valor añadido, tintes abstractos y declaración de buenas intenciones, de principios trufados de números. Llega a los ciudadanos de modo más bien difuso, fragmentado, cuando no interesado. Hay que conectar el discurso con la realidad de las personas y debemos saludar que, en esta ocasión, se haya puesto el acento en la cooperación porque implica lealtad, alude a la gestión y el uso de los recursos hídricos entre protagonistas diversos, invita a actuar juntos con el objetivo común de alcanzar beneficios colectivos. Será una oportunidad para debatir, divulgar determinados temas y consensuar prioridades.
La crisis que nos sobresaltó en 2008 ha distanciado dos polos: la necesidad de compartir y cooperar de la mayoría, frente a la voracidad de atesorar de la minoría. El agua requiere un nuevo enfoque que pasa por poner en el centro de las preocupaciones a las personas, porque es vital para su alimentación y calidad de vida. Motivos más que suficientes para combatir cualquier veleidad especulativa o depredadora. Al contrario, debemos poner el conocimiento atesorado al servicio de la humanidad: aplicar lo que sabemos y aprender, de nuevo, cada vez que aplicamos algo para revertirlo en otros lugares. Esa es la esencia de la cooperación, el trabajo compartido, la búsqueda de objetivos comunes que pasan por el dominio de la tecnología, la innovación, el planeamiento… El agua es una realidad global, pero su problemática concreta es siempre local.Hoy, lo que podemos y debemos compartir es el conocimiento. El conocimiento no compartido pierde todo su valor y capacidad dinamizadora de la humanidad. Los más afectados por los problemas son siempre los más desfavorecidos, los más vulnerables, los más pobres. Será una gran ocasión para reflexionar sobre un modelo renovado de colaboración basada en el conocimiento, diferenciada de la solidaridad y la caridad, conceptos ambos de reacción urgente y coyuntural, siempre condenados al olvido. El ciclo del agua y su influencia en el desarrollo de las sociedades no es un fenómeno novedoso, se remonta a las culturas hídricas que están en el origen de las grandes civilizaciones e impulsaron la economía, la cultura, el desarrollo social. El agua sigue siendo un sueño para casi 1.000 millones de personas.
Las personas, el género humano, son el centro de un triángulo cuyos vértices se interrelacionan: agua, energía y alimentos. Las previsiones de crecimiento de la población apuntan a que en apenas unos decenios seremos 9.000 millones de habitantes en el planeta. Los datos y realidades son insoslayables: los objetivos del milenio para 2014 no se van a cumplir, sobre todo en lo que concierne al saneamiento, aunque se ha mejorado sustancialmente el acceso. El crecimiento demográfico y el proceso de concentración urbana que vivimos representa más necesidad de alimentos, más agua para producirlos, más energía para transportarla. Agua y energía han sido realidades inconexas hasta finales del siglo XX. En Occidente no lo valoramos lo suficiente porque tenemos ambas cosas. Sin embargo, es un sueño para casi 1.000 millones de personas. Estas diferencias abismales nos hacen concluir que el modelo hídrico actual no es solo ecológicamente inviable sino también humanitariamente insostenible.
Ese triángulo remite otro formado por el talento, el conocimiento y el compromiso que a su vez implican capacidad de compresión y actitud receptiva ante las necesidades de los demás y las singularidades de cada lugar. Tierra / cultivos y personas / alimentos están expectantes ante una posible mejora. Ello, a su vez, generará innovación, tecnología, eficiencia…, desarrollo en fin. Un objetivo imposible si no prevalece la sensatez, a nivel local y global. La gestión eficiente de los recursos es un componente esencial de la lucha contra la pobreza en el mundo. Perviven visiones enraizadas en el pasado, en la cultura y el sentir de las personas que dificultan sintonizar con una nueva política del agua que responda a esta realidad cambiante y esté alejada de la avidez especulativa. Una nueva perspectiva trasciende la idea de negocio, entendido como mero resultado del manejo del ciclo de captación, tratamiento, distribución, depuración… sin tener en cuenta los desafíos, la forma de hacerles frente, el entorno y hasta la concepción del propio elemento. Debe traducirse en actuaciones concretas en cada lugar, compete a todos los agentes implicados. Estamos obligados a colaborar para dar paso al futuro. Los problemas del agua en el mundo no se deben tanto a la escasez como a una mala gestión del recurso. Es una cuestión de buena gobernanza: en las condiciones actuales, la búsqueda de un futuro de progreso exige más que nunca la colaboración entre los sectores público y privado, una buena orquestación de iniciativas y esfuerzos. De lo contrario, no encontraremos la salida del laberinto. Este ha sido el problema principal de países como España donde se ha confundido especulador con emprendedor, financiación con iniciativa.
Los ciudadanos, sus representantes, las instituciones, el ámbito de la investigación y la tecnología, las empresas, los medios de comunicación… todos, en definitiva, estamos convocados a aunar esfuerzos para construir un discurso comprensible, integrado, movilizador y ajeno a cualquier vacío ético. El cambio que necesitamos, ese nuevo paradigma a que aspiramos, solo será realidad con credibilidad, confiabilidad, institucionalidad. El planeta es un espacio global en donde saber compartir debería formar parte de la realidad cotidiana como esencia profunda del género humano. Son tiempos nuevos, en los que el bienestar, el progreso y la calidad de vida solo podrán abrirse camino compartiendo talento, tecnología y conocimiento para dejar de ser náufragos a la deriva, producto de una crisis cósmica.

Melchor, Gaspar y Baltasar están preocupados por la situación de nuestra región



Melchor, Gaspar y Baltasar están preocupados por la situación de nuestra región. La crisis también les afecta, tanto es así que prefieren bajar el Pajares para no pagar por pasar por la autopista del Huerna. Se han acercado hasta el pozo Candín pero allí ya no se extrae carbón y preguntan insistentemente porSlim sabedores de la apuesta del hombre más rico del planeta por el Real Oviedo. El incombustible Serafín Abilio Martínez, presidente de la patronal asturiana de la construcción, se reúne dos horas con el presidente del Principado y la consejera de Fomento. Javier Fernández y Belén Fernández- escuchan las quejas del empresario que pide con urgencia que se licite obra pública. Para empezar habría que acabar la Zalia y retomar las obras del polígono de Bobes en Siero que con un millón de metros cuadrados duerme ahora el sueño de la crisis asturiana. A todo esto Cajastur se desintegra camino Liberbank de ser absorbido en su momento, no muy lejano, por el Banco Santander. En Asturias, salvados en principio los puestos de trabajo en Arcelor Mittal, la batalla más inminente es la de la minería, concretamente la de HUNOSA, que con sus 1.600 puestos de trabajo directos sigue siendo importante para nuestra región. Está claro que el eje Madrid-Bruselas quiere que desaparezca por lo que la única salida posible para salvar parte de los pozos y de los puestos de trabajo es la privatización y me consta que hay poderosos grupos interesados en ello siempre y cuando, claro está, no se encuentren con un rechazo frontal a tal posibilidad por parte de los sindicatos y del gobierno autonómico. La privatización de HUNOSA, o de una parte de ella, supondría el hito histórico de la desaparición de la empresa pública de Asturias y, por tanto, el inicio de una nueva era que, queridos Reyes Magos, no sabemos a donde nos conducirá.Pero el cierre de nuestras minas es mucho más que un símbolo. Ello, unido a la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy con la minería del carbón, es lo más preocupante. Y lo es porque no acaba de entenderse cómo es posible que el Ejecutivo diga que va a apostar por eliminar esa espada de Damocles que pende sobre esta actividad y no actúe en consecuencia con ese propósito. No es coherente con ello que sigan sin darse pasos para pagar las ayudas de 111 millones de euros pendientes de 2012 (ayer no hubo Consejo de Ministros). No es coherente que el pasado 31 de diciembre haya expirado la vigencia del Plan del Carbón sin haberse aprobado el repuesto para los años sucesivos y que se alegue que el nuevo documento se ha mandado a Europa porque no fue posible un acuerdo, cuando ni siquiera se ha convocado a las partes. No es coherente que no se haya prorrogado el Real Decreto de Garantía de Suministros que permite el consumo de carbón nacional en las centrales térmicas después de que sus efectos también hayan concluido el pasado 31 de diciembre.No es consecuente con la defensa de este sector dejarlo en la peor situación de incertidumbre legal y económica que se recuerda en toda su larga historia.Nos ha pasado lo que les ocurre a todos nuestros hijos cuando llegan a los cinco o seis años, que descubren que ni Papá Nöel es ese mago navideño de la barba blanca y el jo, jo, jo que adelanta regalos, ni Melchor, Gaspar y Baltasar son esos ancianos mágicos que entran por la ventana en la noche del 5 de enero para beberse el anís y dejar el suelo cubierto de juguetes. Nosotros, a estas alturas de la película, algo más mayorcitos, contemplamos con desilusión que esa clase política tan valorada y encumbrada durante todo el periodo de la transición, no es sino un remedo de mangantes y aprovechados (salvando honrosas excepciones) que viven, y bastante bien, por cierto, del presupuesto que pagamos todos los españoles.
¿Qué corolario se desprende de tamaña desilusión? Pues que la gran mayoría del electorado deja de creer ciegamente en que los políticos van a solucionarnos los problemas, que sus programas electorales son papel mojado o mentiras en negro sobre blanco y que el futuro de las democracias occidentales pasa por reestructurar el sistema, recortar puestos superfluos y exigirles a los gobernantes responsabilidades civiles y hasta penales sobre sus actos. A mi me pasa lo que el Papa Benedicto XVI, que he descubierto que no había ni mula ni buey en el portal y que los Reyes Magos o no existieron o eran andaluces de Doñana, que es lo mismo que decir que pasaban por Belén en romería como podían haber pasado por Lepe. Como Javier Fernández, Francisco Álvarez Cascos, Mercedes Fernández, Santiago Argüelles Martínez, Carmen Moriyón y un largo etcétera sindical y todos los demás dirigentes a lo mejor siguen creyendo en los Reyes Magos, más por interés personal que por convicción propia, yo les aconsejaría que les escribiesen una carta urgente en la que les pidieran consejo para que los españoles volvieran a confiar en ellos porque las cosas también se les pueden complicar como ellos se han encargado de complicarnoslas a todos nosotros. Y a todos ustedes, que no tienen culpa y están pagando los platos rotos de nuestros políticos, ¡Que los Reyes Magos te sean propicios!.Y habrá que cantar aquella canción de: <Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén olé, olé, Holanda y olé Holanda ya se ve. Cargaditos de juguetes cargaditos de juguetes para el Niño de Belén olé, olé, Holanda y olé Holanda ya se ve......